Por una parte es la relación musical, personal y creativa entre Julián Bozzo, David Arribas y Juan Pablo García. David y Juan Pablo son quienes producen la música junto con Julián.

 

Como productores, escuchan la propuesta y la transforman llevándola a lugares que Julián no podría imaginar nunca. Han encontrado, en esta relación, un equilibrio perfecto para fabricar música. Les unen muchas cosas: los tres se dedican al mundo de la musicoterapia, entienden el arte como algo alejado de lo convencional, no les interesan las fórmulas y disfrutan del placer de crear música. Cada uno de ellos pertenecen a un mundo musical distinto pero entienden la producción de una manera muy parecida. David pertenece al mundo del reggae y el new soul y Juan Pablo al jazz y la música experimental.

 

Sin duda, si Julián no hubiese conocido a David y Juan Pablo en unas jornadas de Pedagogía Musical en Gijón, la música que escuchamos en el disco, así como la formación musical y las inquietudes sonoras que le caracterizan no serían las mismas. Ellos son quienes musicalizan aladúricamente las palabras y melodías de este pedagogo que hasta los 30 años no entendió qué era un acorde.

 

"Mundo Aladuría" da nombre también a su primer trabajo discográfico y a una manera diferente de mirar el arte. Es un diálogo que nace junto con todos aquéllos que la tengan la sensación de querer hacer cosas nuevas, de explorar lo insondable. Es un espacio donde proponer, investigar y crear con el fin de visitar/descubrir nuevos lugares.

 

Así pues, Mundo Aladuría son también David Maidana, Carlos Velasco, Matías Cella, Borja Barrueta, Jose Manuel Pizarro, Marcos Soria, Gito Maletá, Antonio Monsalve, Marta Mansilla, Jaime Urciuoli, Nadia Navarro y muchos más.